El David de Miguel Ángel es una escultura de mármol blanco que se encuentra en la ciudad de Florencia. Una de las esculturas más famosas del mundo, representa al rey David en el momento previo a su enfrentamiento con Goliat. Esta obra maestra del Renacimiento que se encuentra en la Galería de la Academia, estuvo hasta 1873 en la Plaza de la Señoría, donde se encuentra desde 1910, una réplica exacta también en mármol.
Fue en 1501 cuando los responsables de la Ópera del Duomo plantearon la construcción de doce grandes esculturas de personajes del Antiguo Testamento para colocarlas en los extremos de los contrafuertes externos al ábside de la Catedral Santa María del Fiore. Antes del David se habían construido dos estatuas, una de Donatello y otra por su discípulo Agostino di Duccio. Este último recibió en 1464 otro encargo, la de crear una escultura de David. Un bloque de mármol desde Carrara, fue transportado hasta Florencia. Este bloque de mármol, apodado "El Gigante", fue dañado por un artista llamado Simone da Fiesole, que lo estropeó intentando esculpir una escultura en él, por lo que el bloque fue apartado por los encargados de Santa María del Fiore y abandonado durante años. Tanto Agostino di Duccio, como después Antonio Rossellino esculpieron el bloque sin éxito, por lo que fue abandonado con varias fracturas y partes a medio trabajar. Los responsables de la Ópera del Duomo buscaron a un escultor que cumpliera por fin el trabajo y fueron varios los consultados, entre ellos, Miguel Ángel Buonarroti.
Miguel Ángel consiguió el trabajo de una forma un poco... no muy correcta, causa por la que le costó mucha tensión con los otros escultores florentinos, pero estaba dispuesto a todo con tal de conseguir el trabajo, que por fin, le fue asignado.
25 años después del abandono el bloque de mármol, Miguel Ángel empezó a esculpirlo el 18 de septiembre de 1501 y trabajó en él durante dos años. Una vez acabada la obra, Miguel Ángel volvió a enfrentarse a las autoridades de la Ópera del Duomo y a una comisión de artistas florentinos, entre los que se encontraba Leonardo Da Vinci, que querían colocar la estatua en la Loggia dei Lanzi, pero Miguel Ángel impuso su criterio de colocarla frente al Palacio Vecchio.
La escultura muestra el momento previo al ataque, en la que se puede notar la tensión, la mirada y la postura en contrapposto, aunque yo opino lo contrario. Creo que viendo el brazo reposando sobre el muslo, la onda colocada en la espalda y las venas marcadas en sus músculos, denotan la tensión después del combate. Es como cuando uno acaba sus ejercicios en el gimnasio, siendo el momento en que más se notan las venas y más tensos están los músculos que antes de comenzar. Mientras, la mirada refleja el éxito del combate.
Miguel Ángel hizo una obra que pudiera ser contemplada desde cualquier punto de su perímetro y las proporciones no corresponden exactamente a las de una figura humana, teniendo la cabeza, las manos y el torso, más grandes de lo estipulado, motivo por los que algunos críticos dicen que era para remarcar los elementos fundamentales de la composición, mientras que otros ven la explicación en la ubicación de la estatua, que debería ser en los contrafuertes de la catedral, por lo que se esculpió para ser vista a cierta distancia.
